La empresa
Desde 1969
La marca Furygan, fundada en 1969 por Jacques Segura, se ha ido forjando a base de pasión, compromiso y cultura de la excelencia. Con tan sólo 14 años, Jacques Segura, ávido de conocimientos, ya dominaba el trabajo del cuero, pasando de botas a guantes con tanta destreza como sus padres, artesanos.
En 1968, la familia Segura ya destacaba en la manufactura de guantes de protección. Jacques quería añadir el mundo de la moto. Pero un desacuerdo familiar le obliga a abrirse su propio camino, fundando su propia empresa: Furygan.
Apasionado por la aviación y el paracaidismo (fue piloto en el ejército del aire, durante su servicio militar, llevando a cabo misiones sanitarias y de rescate de barcos en Madagascar), Jacques Segura se inspiró en la insignia del 11° Regimiento paracaidista de Choque, una cabeza de pantera negra, para crear el logotipo de Furygan. El nombre, por su parte, refleja el furioso deseo de triunfar que animaba a «Monsieur Jacques», como le llamaban sus empleados con una mezcla de respeto y afección.
Fury «Gant», así como el logotipo que llevaban los primeros artículos, se volcó inmediatamente en el diseño y fabricación de guantes para el esquí y la moto, actividades en pleno desarrollo entonces y otras dos grandes pasiones de nuestro fundador. El aportará, sin contar, todo su talento de maestro artesano del cuero, añadiendo su espíritu visionario. De hecho, la marca empezará a diversificarse en 1971, extendiendo su saber hacer a las demás prendas necesarias para practicar las dos disciplinas.
Impulsado por una fuerte ambición para su empresa, se implicó rápidamente en la competición, patrocinando a pilotos internacionales. Esta política volcada en la innovación, el alto rendimiento y la calidad, llevaron a Furygan a convertirse en líder del sector en tan sólo un puñado de años. Una posición y un saber hacer reconocido por el ejército francés, que seleccionó la marca para fabricar cascos de cuero para los comandos paracaidistas y guantes técnicos (combate, frío intenso…) para la infantería. Y sigue haciéndolo hoy en día.
Este ímpetu innovador, esta pasión por el trabajo del cuero, esta avidez por todos los avances técnicos y tecnológicos que permiten mejorar el día a día de los motoristas y, sobre todo, esta voluntad de no hacer nunca compromiso alguno tratándose de seguridad, son los cimientos en los que se asienta nuestra empresa. Valores que sigue cultivando David Segura, su hijo, que ha sabido adoptar la confección textil y modernizar la empresa para afianzar la posición de la marca.
Somos moteros y estamos en primera línea.
David Segura
Furygan hoy
Nuestra experiencia es valiosísima
porque modela la cultura de la empresa.
Apoyándose en su saber hacer, Furygan ha ido evolucionando, focalizándose en su actividad central: el diseño y la confección de prendas técnicas para usuarios de vehículos motorizados de dos ruedas. Líder actual del mercado francés y en plena expansión internacional, Furygan se implica en la protección de los motoristas, sea cual sea su tipo de práctica: carretera, circuito o fuera del asfalto.
Algunas cifras…
El taller
Furygan, inmediatamente elevada a la categoría de especialista del cuero y presente en las competiciones de más alto nivel, ha ido desarrollándose sin perder su idiosincrasia de empresa francesa y familiar. Esta estructura no sólo no es un inconveniente sino que nos ayuda a adoptar más eficazmente tanto materiales y tecnologías nuevas como las más recientes normas de seguridad. Y si nuestra sede social, ubicada en Nimes desde que se fundó Furygan, alberga actualmente un laboratorio de investigación y desarrollo interno (el Furygan Motion Lab), sigue siendo ante todo un verdadero centro de producción, una fábrica en la que se conserva nuestra más preciosa herencia: nuestro saber hacer.
Conservamos un centro de producción en Nimes. Posee una unidad de patronaje y corte del cuero para productos de serie, así como un taller de confección. En el realizamos todos los monos a medida y, también, los prototipos de las prendas del futuro, e incluye un servicio de posventa habilitado a reparar cualquier artículo de Furygan.
Elaborado en FRANCIA
Control y seguimiento
Cada piel que pasa por nuestra fábrica de Nîmes es meticulosamente controlada y, a continuación, los llamados «trazadores» examinan, palpan y detectan los defectos con un objetivo sencillo: optimizar el consumo y maximizar la calidad.
Cortado automático
Las máquinas de corte podrán proceder de forma óptima gracias a sus instrucciones, trazadas en las pieles. Estas dos enormes mesas robotizadas devoran cada una hasta 200 m2 de cuero al día. Un corte realizado con precisión por cuchillas de la industria japonesa, cambiadas a diario a pesar de su diseño en tungsteno, un metal extremadamente duro utilizado en la fabricación de brocas.
Cortado manual
El cuero es un material noble y precioso. Para optimizar el rendimiento de cada centímetro cuadrado, en la siguiente fase del proceso de corte se revalorizan los recortes generados en la fase anterior.
Un operario experimentado vendrá y retirará distintas piezas de su equipo utilizando una prensa y matrices hechas a medida.
Cada parte se cortará tras seleccionar la pieza en función de su veteado, suavidad o grosor.
Esta técnica también permite realizar las piezas más complejas, como nuestra famosa pantera.
Preparación
Tras una comprobación final de cada pieza cortada, se empaquetan en plano, con cremalleras, botones de presión y todos los materiales necesarios para confeccionar la prenda.
Su destino: nuestra segunda fábrica en Túnez, donde el ensamblaje del cuero es una tradición centenaria especialmente reconocida por su calidad.
Acabado y control de calidad
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